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jueves, 25 de febrero de 2010

Profecías autocumplidas, al revés

Miguel Pérez Abad

Las profecías autocumplidas indican que el diagnóstico o las expectativas de los seres humanos pueden influir -y determinar incluso- el rumbo de muchos acontecimientos. Sin embargo, la mayoría de los ejemplos con que se explica este concepto son negativos. Y en los fenómenos económicos se corrobora aún más esta apreciación.


La sospecha de que un producto de la dieta básica va a escasear o subir de precio, provoca una demanda excesiva que hace que la premonición se convierta en una realidad. Así ocurre, en ocasiones, con la devaluación, la quiebra de instituciones financieras y el desempeño en general de la economía de un país.

Claro está, todo tiene su límite. No se puede afirmar que todos los fenómenos anteriores se producen por efecto de las profecías, pero no hay duda que es una variable -de las tantas- que inciden en la configuración de los hechos.

Ahora bien, luego de esta breve disertación conceptual, podemos plantear el proceso a la inversa, lo cual no es común hacerlo. ¿Qué tal si pensamos que la economía va a estar mejor, que el entorno nos va a favorecer, que hay oportunidades y que nuestras decisiones van a depender más de nuestras perspectivas, independientemente de la variable crisis?

Lo que es bueno pal pavo, es bueno pa la pava. Si diversos estudios y hechos han demostrado los efectos reales de las profecías autocumplidas en la materialización de muchos hechos negativos, porqué no puede ser también usada para impulsar resultados positivos. La respuesta es libre, el miedo también.

En el artículo pasado, dejé por sentado los argumentos que nos hacen pensar, desde la organización que presido (Fedeindustria) y desde mi óptica personal, que el 2011 va a ser mejor que el 2010. Ello no significa que haya que seguir remando para mejorar el entorno jurídico – institucional del sector productivo. Lo reitero, la vida es un proceso de mejoramiento continuo. La dinámica de los negocios también lo es. Todas las políticas públicas son susceptibles de mejoras y ajustes. Incluso algunas pueden crearse desde cero y otras suprimirse.

En esa dirección, debemos trabajar los gremios vinculados al sector productivo, porque a pesar del optimismo, estamos claros que –como de costumbre- habrá dificultades y obstáculos que vencer. El reto es hacerlo con el apoyo del Ejecutivo Nacional, la Asamblea Nacional , los empresarios, los trabajadores, en fin, todos los entes y personas involucrados en la producción de bienes y servicios para la población. Así aplicaremos la teoría de las profecías autocumplidas, pero para describir un fenómeno positivo en la economía de nuestro país.